El milagro del agua – Movimiento Ana Laura

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Ana Laura (79 años). Gracias al uso del cinturón de natación de Leisis, a su constancia y fuerza de voluntad acudiendo a clases de gym acuático, ha logrado mejorar sustancialmente su estado de salud. Ana Laura no podía moverse, dependía de su entorno para poder realizar funciones básicas, lo que repercutía, no solo en su estado físico, sino también en su autoestima y estado de ánimo. Como ella misma indica, creamos o no en los milagros, es innegable que nos encontramos ante uno. Ana Laura nos ayuda, desde su relato emotivo y sincero, a recuperar esa fe que muchas veces creemos perdida.

Entrevista

Leisis. Tu espíritu de superación nos ha conquistado, pero queremos saber más sobre ti. Si tuvieras que escribir una autobiografía, ¿cómo comenzarías? ¿Qué destacarías de tu historia personal?

Ana Laura. Son tantos años ya… pero si he de destacar algo sería, sin dudarlo, que nunca me he quedado parada; siempre he tenido muchas inquietudes, digamos que he realizado actividades muy diversas. Aunque he tenido mi profesión, puedo decir que he formado parte de otras tantas labores sociales, algunas de ellas relacionadas con la jardinería, otras con la naturaleza. Para mí es muy importante no quedarme quieta, ni la cabeza ni el cuerpo, buscar siempre una motivación que me mantenga activa e ilusionada. Creo que esta es la clave para llegar tan bien a mi edad.

Leisis. Háblanos de tu enfermedad. ¿Cómo has vivido este difícil proceso? Cuando te la detectaron, ¿qué sentiste?

Ana Laura. Comencé a padecer contracturas en la parte lumbar y a sentirme imposibilitada, incluso hasta para meterme en la cama. Mi vida activa se vio mermada, sientes que se te acaba un poco la vida, fue un golpe tremendo en todos los sentidos. Además de físicamente, la enfermedad también afectó a mi estado de ánimo. Durante un tiempo, estuve dándome masajes y tomando antiinflamatorios para poder notar una leve mejora, pero, en realidad, no solucionaban mi problema.

Leisis. ¿En qué momento tomas la decisión de comenzar a acudir regularmente a la piscina?

Ana Laura. Después de casi un año sometiéndome a pruebas, como la densitometría, y acudiendo de forma regular al traumatólogo, tratando de mejorar mi estado de salud con aplicación de calor, masajes y tratamiento de pastillas, tuve la gran suerte de dar con una chica en mi fisioterapeuta.  Ella me recomendó iniciar terapia en piscina, pero no como el clásico ‘aquagym’, sino mucho más Desde ese momento, mi vida cambió. Con decirte que, hace poco fui al médico y resulta que tengo mejor la columna vertebral que hace tres años… ¡siendo más mayor! Es curioso que nunca nadie me hubiera advertido sobre esta posibilidad, sobre realizar este tipo de natación terapéutica, ya que me ha cambiado por completo. ¡Ya no tomo ninguna pastilla para nada! Además, no se trata solamente del ejercicio que se realiza y que alivia contracturas y dolores, sino que te ayuda a conocer a personas que están pasando por lo mismo que tú. Se genera una comunidad muy bonita, una familiaridad que te cura mentalmente también. Un tipo de cercanía que se echa de menos por lo general, ya que hoy en día es complicado que, por ejemplo, con vecinos, se viva algo así. Nos hemos vuelto muy nuestros, muy de estar en nuestra casa sin invitar a nadie, como sí que se hacía antes. Conocerlos a ellos me ha devuelto esa alegría.

Leisis. Háblanos del material que más consideras que te ha ayudado.

Ana Laura. El cinturón ayuda a que puedas hacer actividades flotando, y al final eso es lo más importante de todo y, por consiguiente, es lo que considero que la gente debería conocer por encima de todo. Aunque no tengas libertad de movimiento, te pones el cinturón, te metes en la piscina y sientes una mejora inmediata. Lo recomiendo encarecidamente a cualquier persona que esté pasando por lo mismo que pasé yo.

Leisis. Si pudieras enviar un mensaje a personas que estén viviendo una enfermedad y que no encuentren salida, ¿qué les dirías?

Ana Laura. Lo primero, no quedarte quieto. Yo recomiendo, directamente, que vayan a la piscina, aunque sé que no en todas las piscinas cuentan con ese tipo de terapia. Generalmente, se suele realizar Aquagym, que no tiene la misma efectividad, pero podría ser de utilidad dentro de lo que cabe. De todos modos, lo que realmente recomiendo encarecidamente es que se realicen terapias como la mía. También, me gustaría aconsejar que salgan a caminar, aunque sea ayudados de un bastón si no se sintieran inseguros andando. Sé que genera cierto agobio andar con un bastón porque muchas personas se sienten ‘viejas’ y no van cómodas, pero en cuanto te decides, descubres que vas infinitamente más tranquilo. Resumiendo: si tienen la posibilidad de ir a una piscina, genial; si no, al menos, que salgan a caminar. Les hará mucho bien sentirse activos.

Leisis. ¿Cuál es el aprendizaje que te llevas de esta experiencia?

Ana Laura. Mi principal aprendizaje es que nunca, bajo ninguna circunstancia, debemos encerrarnos en casa. Hay que salir y movernos, hacer ejercicio dentro de nuestras posibilidades, socializar. Ahora siento que mi deber es compartir con los demás la lección que yo he tenido que aprender, sentirme útil ayudando, dando mis consejos desde el cariño.

Con Ana Laura nace un movimiento: el #MovimientoAnaLaura. Gracias a su gran experiencia de superación personal, nos vemos impulsados a coger con determinación, y a comunicar a nuestros seguidores y clientes habituales, el activo más importante de Leisis y que más nos enorgullece: vuestras historias, vuestra pasión por la vida, vuestras ganas de retar a los inconvenientes y a la enfermedad sacando una sonrisa como resultado final. No lo dudéis: vosotros sois nuestra inspiración. Y con dicho movimiento, queremos que esa inspiración que sentimos nosotros pueda llegar a miles de personas que, por circunstancias, no vean la luz en su día a día o estén pensando en darse por rendidos. El agua, y la terapia y deporte en el medio acuático, puede producir milagros, milagros como el de Ana Laura.

Os esperamos en Leisis.

 

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